Pablo, en nombre de los pibes del grupo, me invitó a una reunión. ¿Van a estar las chicas? pregunté esperanzado. No, es de hombres. ¿Vamos a trompearnos? prefería ir preparado. No seas cagón. Contame, insistí. Es como una iniciación… viernes a las diez en lo del Mota, andá; y me quedé con el teléfono en la mano.
Investigué a Santiago y después a Braulio, nada distinto a lo que sabía de Pablo, salvo que la reunión había sido idea del Mota. Salteé el pacto de caballeros y llamé a Laura, novia de Víctor, otro de los pibes, no me iba a delatar porque guardábamos un secreto, nos habíamos encamado a escondidas de él, me pareció genuina cuando dijo que no sabía del tema. ¿Vas a ir? Contesté sí. ¿Cuándo nos vemos? Después de la reunión, y me despedí.
Tenía que ver con mi ingreso al grupo, sino por qué había dicho “iniciación”, palabra demasiado específica para una invitación tan vaga, de seguro me harían sortear alguna prenda escandalosa, recé que no me tatuaran con un fierro caliente, ni eso ni atado desnudo a un árbol, cualquier otra la haría con gusto. Probé con Flavio, él había sido el anteúltimo, contó que no había tenido rito, y cuando lo interrogué sobre la reunión del viernes contestó que era una comilona, a lo sumo alguna loca, no te persigas; pero me alarmé más, por qué decía que no me persiguiera, además ¿locas? nunca habíamos traído locas, a lo sumo las chicas, y no estaban invitadas.
La noche del jueves soñé que estaba en una fiesta, había gente de añares que jamás hubiese concurrido, hasta personajes antagónicos que odiaba de siempre, pero también me acompañaban los pibes, y eso equilibraba el asunto. Luego vino un bache y aparecí tirándole piedras a los vidrios de una fábrica abandonada, mi actividad preferida de chico; sin duda buen augurio.
No pensaba llegar puntual, me duché dos horas antes para no salir con el pelo mojado, maté tiempo fumando y cuando se hicieron las diez y veinte enfilé para allá.
Conociendo el perfil del grupo no imaginaba una reunión tranquila, tampoco unos desaforados, pero sí era cierto que todos cargábamos con oscuras pasiones del pasado. A qué clase de ritual acabaría sometido, por qué yo, a Flavio se lo habían perdonado. En la cúspide paranoica imaginé a Laura vendiéndome, descubriendo nuestro secreto, entonces sería un ajuste de cuentas, caminaba a una trampa; me detuve.
Se cruzó un gato negro muy pancho frente a mis narices, le busqué algún lunar blanco pero no hubo caso, pésima señal a sólo dos cuadras de lo del Mota, un ph espacioso en el corazón de Saavedra. Sin mediar razones se me ocurrió registrar la reunión en el celular, activé el grabador de voz con el timbre.
Los nueve, diez conmigo, ya habían iniciado la ingesta espirituosa, de hecho se agrupaban según la bebida de elección, el Mota desempeñaba su rol de anfitrión bebiendo whisky en el living junto a otros tres incluido Flavio, les extendí mi saludo cordial y rumbeé al patio, ahí andaba Santiago, Víctor y uno más tomando cerveza del pico, acodados en la medianera, entre el ficus y un jazmín enfermo, qué hacen ahí. Nada, estamos esperando, y rieron con un tono que se me antojó estúpido. No les pregunté qué esperaban porque no quise seguirles la corriente, tomé dos tragos más por insistencia que por gusto. Me gritó Braulio desde el entrepiso y rajé a saludarlo. Con él y Pablo me llevaba mejor, compartíamos el gusto por un tipo de mujeres, profesábamos el mismo humor, varias ideas políticas, y hasta el vino blanco, ¡salud! y chocamos las tres copas. Antes que pudiera indagarlos el Mota vociferó que fuésemos al living.
Nos formamos en torno a él, ¿era yo o lo demás se miraban cómplices? ¡Llego la hora! me distrajo el grito del dueño de casa, noté que llevaba un pequeño bolso cruzado a la cintura, parecía corderoy verde grisáceo con un símbolo ininteligible por delante, antes no lo tenía, y desvié la vista para disimular. Se acercó a Víctor, abrió la tapa del bolso, metió la mano y cuando la sacó no llegué a ver qué era porque el pase fue veloz, sin palabras ni gestos, hizo lo mismo con los demás, y todos disimularon el contenido.
A ese paso venían un par de fulanos, Flavio y yo al último. Volví a mirarlo cuando fue mi turno, traté de sincronizar con la mano del Mota pero no fluyó bien. ¡Tanto quilombo por un faso! pensé con desilusión al descubrirlo. ¿Maryjuana? se me escapó la palabra. No es para que lo fumes ahora, me aleccionó Pablo, ¡contale Mota! giró sobre los talones y dirigiéndose a Flavio y a mí explicó que la planta aparecía de la nada. La primera vez en el 2006, su jardín, en una maceta que nunca había germinado, sólo el gato que ya no tenía la usaba de inodoro, el resto tierra yerta. Pero según Mota algo extraordinario había sucedido para que de un día a otro creciera un brote, varios, la planta.
Encendió la pipa ceremonial, muy parecida a la versión india, de madera, rústica y larga, aspiró varias veces y tragó la última bocanada, olor fuerte, fortísimo, verdor, huele a monte, acotó uno para figurar. Lo más loco, reanudó el Mota mientras pasaba la pipa, mejor dicho, lo que hace cierta esta mentira, es que la planta es única. No hay registros de la subespecie, ahí el milagro, y se nos quedó mirando. La pausa fue incómoda, al capullo le puse Mota, la Mota, así se llama; y no parecía chiste, además tenía cierta lógica.
Me llegó la pipa, arrastraba curiosidad porque decían que vería mi alma escindirse del cuerpo, entre otras excepcionalidades. A la segunda pitada tosí fiero, otra, y una última antes de tirar el humo, le di una de yapa porque me gustó el dulce. No entumeció la razón, distorsionó el cuadro como un lente angular, lo cual me hizo gracia y miedo, la busqué en el patio, encontré una maceta vacía que no era ella, el roce de las hojas me dio frío, fui capturado por una madreselva que terminó siendo Víctor, pitaba la pipa ceremonial, encendí y apagué intermitente la luz del baño, había dos bailando, el entrepiso se movió hacia mí, la última gota de vino blanco cayó en la lengua de Pablo, Braulio y otros dos jugaban con los almohadones, Santiago, Flavio y Mota hacían gestos lunáticos sin hablar, recordé la grabación, manoteé el celular del bolsillo pero en su lugar había un faso, pensé que si lo encendía desaparecería de ahí, Víctor me acorraló contra una esquina, podía sentirle el pecho, ya sé lo de Laura, si enciendo el faso desaparezco, no me importa, y acarició mi barba con los dedos.
Milagrosa la yerba esta,aparecía de la nada;)
ResponderEliminarAguante la pipa ceremonial!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Beso Efa
Cosas sobrenaturales que vienen bárbaro a momento de salirte de situaciones, que si requieren una explicación.
ResponderEliminarJuguetea pero no concreta, o sí?
ResponderEliminarLo demás no defrauda en absoluto
Carina
Está claro que no conviene andar fumando plantas que nacen de la nada, justo donde los gatos hacen de las suyas... Muy instructivo y entretenido el relato. JM.
ResponderEliminarLa verdad es que el final me recuerda mucho al frenético y lunático "Satiricón" de Petronio. Muy bien estas pinceladas subrrealistas.
ResponderEliminarUn saludo.
"Espero que sea de tu agrado"...DIVULGA Y GRITA LA PALABRA.
ResponderEliminarME ENCANTÓ EFA!!!! El anfritrión bebiendo whisky, la pipa ceremonial, brillante descripción de una fumata! La Reina Porno está felíz...(ya que me bautizaste así, lo voy a usar seguido, muy).
hola!
ResponderEliminaralguna vez creo me conociste como Fedora...tuve otros blogs,varios nicks...pero este es el autentico,si es que alguna vez se puede ser autentico...digo,hay tantas mascaras que uno se pone en la vida...
tu relato me dejo impactada: vivi algo casi calcado,en lo de un amigo por Saavedra...terminaba la reunion,nos ofrecio "marijuana" de la que cultivaba en el fondo...y probe por primera vez,y hace no mucho.
rstaba alli mi amigo de toda la vida que siempre ame en silencio y me miro con desprecio...(igual se caso con una atorranta,que joder!)...
y de pronto me di cuenta que estaba a unos cuantos metros de la tierra...y tambien me habia acostado con alguien proscripto...no me llamo Laura por poco...aunque de chica jugaba a que me llamaba Laura!
Curiosas coincidencias...muy,muy curiosas...
besos desde mi balcon.
Tus palabras son puñales contra la apatía, la próxima vez te leere bien fumado. Vuelvo a ver si encuenro nuevas semillas por aquí
ResponderEliminarEn donde abundan los espacios verdes es màs que comùn que "esas plantas" nazcan como de la nada y puede ser que una mañana te la encuentres asì como asì en tu jardìn. A varios conocidos les pasò... y las quitaron, por supuesto :))
ResponderEliminarsaludos
Uy,no me dejaron diccionario, bah, palabras para el comentario...no, mentira!.
ResponderEliminarMi sentido del humor -correpondiente a una experta en meter la pata- lo voy a guardar, no sin antes confesar que el puritanismo mostrado ante la supueta presencia de "alguna loca", me hizo sonreír.
Y ahora, en serio, me gusto el final. Nada para explicar.
Salud y saludos.
Hacía un tiempo que no podía leer Matinée desde mi compu, pero lo hacía desde otras. Hoy vuelvo a la mia para contarte que me sacaste mas de una risa con Madreselva. Sin dudas un tema que merecía formar parte de tu blog. Una lástima que no me crezca esa planta en el jardín :-))
ResponderEliminarAbrazo
“La vida moral del hombre forma parte del tema del artista, pero la moralidad del arte consiste en el uso perfecto de un medio imperfecto. Ningún artista es nunca mórbido. El artista puede expresarlo todo”. Oscar Wilde.
ResponderEliminarEl relato se consume tan rápidamente que provoca el efecto de pensar que te ha llevado escribirlo exactamente lo que a mí leerlo, será que ya nos vamos entendiendo con tu estilo.
O tal vez las musas humeantes que nos unen al momento y nosotros sin saberlo; algunos que escriben, otros leyendo.
Al escritor generoso, gracias por compartirnos tu talento.
N.
Hola quizas te pueda interesar este link, Suerte!
ResponderEliminarhttp://www.occidentes.com.ar/concursos/literatura/997/premio_itau_cultural_cuento_breve_digital.htm
Excelente relato con final abioerto. Me quedo suponiendo hechos. Excelente, muy logrado. Un abrazo.
ResponderEliminarSandra, muchas gracias por el dato, igual es bastante complicado ganar uno de esos.
ResponderEliminarSalud
mirá como el miedo, la venganza y cierta cola de paja se dieron psicdélica cita en este relato...
ResponderEliminarsabé que nunca podré volver a sentir de la misma manera a las madreselvas.
ah, ya que estoy, entrá acá
"acá" es un enlace, porsia.
ResponderEliminarbesitos
Leer este cuento mientras uno trabaja, es perjudicial para la salud, dan ganas de irse a la plaza a juntarse con los pibes. El capullo Mota es una locura buenísima.
ResponderEliminarDiego - me jackearon
Muy buen relato y una forma de escribir extraordinaria.
ResponderEliminarAbrazo
Hola hola, ando acá otra vez, ya como seguidora para andar dando inhaladas más seguido.
ResponderEliminarMe gusta tu forma de interpretar, el fumar: una forma de absorber, no sólo humo/sustancia, si no una pasión, o a alguien mismo.
Genial, genial.
Un saludote, nos seguimos leyendo.
Besos
Iniciación. Como todo principio es inevitable la incertidumbre.
ResponderEliminarUn gusto pasar a leerte. Siempre.
Abrazo.
yo creo que te amo...
ResponderEliminarVolvo despues.
Me resulta complicado entender tus entresijos... pero reconozco que me enganchan tus historias..
ResponderEliminarUn abrazo.
Una de esas noches que se tornan anécdota recurrente en futuras reuniones.
ResponderEliminarHace rato que no tengo una de esas... anécdotas, eh, digo, noche. Si noche.
Saludos
J.
Esta especie de fijación con las traiciones y las deslealtades, con el lado oscuro del alma humana.
ResponderEliminarLos golpes, los secuestros, los robos, las infidelidades, el caótico fin del mundo, las venganzas, las novias garcas, los amigos traicioneros, todo eso y nada más que eso amerita muchos años de terapia! jaja
Y ahora me quiero ir con mis amigas... hacete cargo.
ResponderEliminarmuy bueno...
un saludo.
buenisimoo!! me encanto!
ResponderEliminarsaludos!
¡Hola!
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tu visita en mi Siberia.
Mucho éxito para ti, encanto. Y mucha luz.
Queda poco de esas experiencias, una resaca y algun dolor inconfesable. Creo que la historia es cercana para algunas generaciones.
ResponderEliminarEl narrador encuentra su horma
que mala onda... no participas solo porque es dificil ganar????
ResponderEliminarme extraña est
Me gustó. Hay un tono de tristeza.Algo que nada podrá solucionar...
ResponderEliminarSaludos.
...como la vida misma hay motivos para pensar
ResponderEliminary saber que el círculo de la vida es continuo,un fuerte abrazo EFA.
...traigo
sangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
COMPARTIENDO ILUSION
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE STAR WARS, CARROS DE FUEGO, MEMORIAS DE AFRICA , CHAPLIN MONOCULO NOMBRE DE LA ROSA, ALBATROS GLADIATOR, ACEBO CUMBRES BORRASCOSAS, ENEMIGO A LAS PUERTAS, CACHORRO, FANTASMA DE LA OPERA, BLADE RUUNER ,CHOCOLATE Y CREPUSCULO 1 Y2.
José
Ramón...
Bueno
ResponderEliminarVocê me faz lembrar Julio Cortazar...
ResponderEliminarMe gusta tu blog y como escribes, te felicito.
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