Manejó por calles desapercibidas de la capital. Él, el occiso a la derecha, bien ajustado el cinturón, y la puñetera voz en su cabeza.
El plan era simple, arrojarlo al río sin más, con la gorra, las gafas oscuras, la bufanda y descalzo. Siempre y cuando no hubiese percances, con el auto, la ley u otro imprevisto. Nunca me dejó a pié y no va a empezar ahora, le contestó al relator. No confíes en un pedazo de metal, cómo estamos de nafta. Bien, podés callarte, me distraés. Dios no quiera que te distraigas y atropellemos a alguien, ironizó.
Desoyó ese remate, lo desvelaba menos la voz que el inerte pasajero. Por fortuna aún no apestaba, y en eso mucho influía el vino que le había rociado para simular borrachera. Y si lo maquillamos para darle rubor. Una idea magnífica, pero… ¿vos tenés cosméticos?
Odiaba darle la razón, qué imbécil, cómo no había reparado en eso antes de boquear. No pensaba claro, se sentía embotado, tenía hambre.
A pesar de la férrea oposición de su peor mitad, se detuvo en el autoMac de avenida del Libertador. Para colmo tenía tres coches delante. Espero que te indigestes, lo azuzó. Y siguió, comprale una hamburguesa a él.
La detención tomó escasos minutos, la parva de reproches duró más. No lo habían programado con antelación, era un riesgo innecesario, y no podía ser que cada dos horas tuviera que alimentarse como un bebé. La respuesta fue ¡morite! mientras mordía unas papas y subía el volumen de la radio al tope.
Hasta ahora ningún contratiempo pero faltaba lo esencial, enfilar por avenida Costanera, evadir, en caso que hubiese, los controles de tránsito, estacionar, arrastrarlo hasta el borde sin gestar sospechas, y adiós, que el río lave mis culpas, recitó.
Oteó dos uniformados a media cuadra, pero de la mano de enfrente y muy ensimismados en la charla. Siguió impertérrito, se cruzaron con el camión de residuos, una ambulancia pero ningún agente más. Demasiado fácil, va a pasar algo malo, sentenció. Más te vale que no pase nada, pájaro de mal agüero.
No fue algo malo, sino malo a sus fines. A pesar de que era noche de semana el paseo de la rivera estaba en auge. Mucha gente, empujada por la temperatura primaveral, había salido a caminar un rato, mirar el río, besarse, unos chori en los carritos y a lo suyo.
Te doctoraste de idiota. No recuerdo que te hayas opuesto. Yo quería el que terminó siendo plan b, veo que habrá que ponerlo en marcha, a menos que quieras lanzarlo delante de los enamorados.
Puso primera, finalmente ejecutarían plan b, mucho más intrincado que la idea del río. Pero no había opción, y menos con una mercadería expirada. ¡Rajemos de acá, hay muchos ojos! Te oí la primera vez. Dejá de dominguear y meté pata. No quiero avivar g…Los paró un policía.
Hasta que llegó al auto tuvieron unas fracciones para idear algo. O como dijo la voz, es hora de revertirlo a nuestro favor. Además, cuántas veces te paró uno solo, es una señal. ¡Hacelo!
Lo hizo con clase. Bajó la ventanilla, y cuando lo tuvo a tiro, ejecutó una exacta torsión, tan veloz que no supo qué lo mató. En cámara lenta se lo hubiese visto arrancándole el cuello de su sitio. Aséptico.
Abrió la puerta de atrás y lo empujó. Salieron carpiendo.
¿Estás pensando lo mismo que yo? y no es sobre comida. Creo que sí. Entonces ponete la pilcha del poli.
Tal cual dije, pasaron unos números y apareció la continuación! Y no digo mas para no arruinársela al resto
ResponderEliminarEspero lo q seguira
uyyyyy se viene la tercera parteeee
ResponderEliminarme encantó
seguiremos los relatos hasta el final!!
ResponderEliminarme atrapó el relato.
kissesss
la misma tensión y estilo de la primera...buena buena
ResponderEliminarMuyyyy buena, Efa...excelente!!
ResponderEliminary la tercera parte para cuándo? Buen manejo de la tensión, de su inconciente..o su conciencia?
Voy a estar atentaa...
Bss!
pasá por mi blog, que hay algo para vos!!
ResponderEliminarkissesss
Bien por vos.
ResponderEliminarufff que bueno!!! no tardes tanto para la tercera parte!!!
ResponderEliminarhola efa, carina, no había leido la primera parte. No se cual me gustó más.
ResponderEliminarUna más y no jod...jajaja
BST
¡Bien efa! Una mentira para cubrir otra y así sucesivamente, tal como la vida diaria: viviendo al día. Espero la tercera parte
ResponderEliminarsé lo que hiciste la primavera pasada
ResponderEliminaruna vez que mataste a uno no paras...
ResponderEliminarmmmh, por más que hago el esfuerzo no puedo evitar imaginarte manejando ese auto del infierno. Ya se q es en tercera persona, pero es q te imagino recitando el cuento.
ResponderEliminarEspero YA la continuación.
Se viene una novela corta? Un cuento largo? Estamos experimentando un regreso cibernético a los folletines?
ResponderEliminarNos enteraremos alguna vez de quién es el muerto y por qué murió? Para mi sería un volantazo positivo a la trama "Fin de semana de locura" del relato.
Ah.. me olvidaba! SOS UN GENIO!!! GROSSO!! LO MEJOR QUE LE PASÓ A LA LITERATURA DESDE DAN BROWN!!
este viene con más acción q el anterior. Pregunta, tenías pensado continuarlo o fue la insistencia bloggera?
ResponderEliminarBs
jajaja, Gracias MRL, tomo la ironía de D.Brown
ResponderEliminarSaludos
efa
Bueno, soy un desastre manejando la ansiedad, probemos con mandar la III parte rápido, para no tener que ir dos veces a terapia esta semana (¿?)
ResponderEliminarjaja.
Qe buena sorpresa! queria continuación pero no creí que fueras a hacerlo. Siempre está bien salirse del molde.
ResponderEliminarBSS EFA
¿y.... Cómo sigue?!! Vamos efa!
ResponderEliminarbeso!
dicen q segundas partes no son buenas, esta no me defraudó. Y como el resto, yo también espero la tercera ¿y ultima?
ResponderEliminarBst efa
Sandra, quería q el final de Flatliner fuese abierto. Pero también lo hice con otros cuentos q no tuvieron saga. Infiero entonces q la opinión bloggera inclinó la balanza :P
ResponderEliminarSalu2
efa
Me despierta bronca leer blogs de escritores egoístas. ¿Qué quiero decir? Que les chupa un huevo el LECTOR. Siempre “escriben” sobre SUS miserias, desencantos, alegrías, problemas de trabajo, y otras choteces. Pero siempre sobre ELLOS, tienen el blog porque es más barato que pagarse un psicólogo, hacen terapia grupal con los “seguidores”, viven para el AUTOBOMBO, como si así fuesen menos PESIMOS. Y mientras el lector, podrido de ser ignorado por aprendices de prosista, sale a buscar tipos, minas, que cuenten cuentos, historias como las de antes, lugares en los que uno siente que es respetado como lector, y no un simple opinador de los dramas ajenos.
ResponderEliminarEste blog me demostró lo contrario, gracias!
ALBERTO SE CALENTÓ.
ResponderEliminarEEEFA, NO VALER HACER ESO. TENER QUE SEGUIR HISTORIA.
YO DEJAR BESO GRANDE PARA UD, http://malatendida.blogspot.com :)
Alberto, te recomiendo q direcciones la bronca hacia causas menos bizantinas!
ResponderEliminarSe trata de diversidad, pluralismo, encontrar el lugar donde uno se siente a gusto. Sería tedioso si todos escribiésemos lo mismo.
Saludos
Alberto, me encantan las cruzadas quijotescas en contra de algo que sea injusto... el tema es que no entiendo en contra de qué está yendo tu cruzada...
ResponderEliminarA mi tampoco me simpatiza la admiración ciega, por eso participo desde otro lado... No es necesario que hagas katarsis vos tampoco... al fin y al cabo hiciste lo que criticás. Vos creés que a alguno de los que te leímos nos resultaba imprescindible hacerlo?
Touchè!
muy bueno est!!
ResponderEliminarsegui escribiendo, que aunque no deje comentarios siempre estoy ahi.
besote
HH
Jaja No me despistás con la firma. Sólo dos personas sobre ésta faz me llaman así, y la otra no sos. Q bueno saber q estás
ResponderEliminarbs
efa
"Y siguió, comprale una hamburguesa a él."
ResponderEliminar...el humor negro logra muecas en mi cara, ja!
Continúo tus capítulos de a poco.
Son un pequeño oscuro placer.
Besos efa,
Cynthia.